La revolución digital y el futuro financiero de las mujeres
- Women For Women Ecuador
- 20 mar
- 2 Min. de lectura
14 de marzo del 2025
Autor: Anna Porra - Forbes Centroamérica

Cerrar la brecha de género en el acceso a servicios financieros es, además, un motor para el desarrollo económico.
Hacer o recibir pagos, enviar dinero a un familiar o conseguir financiamiento deberían ser acciones cotidianas sin complicaciones. Sin embargo, para millones de mujeres en Latinoamérica, la inclusión financiera sigue siendo un desafío, pese a los avances tecnológicos y la expansión de soluciones digitales. Persiste un entramado de barreras estructurales que limita su autonomía económica.
El problema no se reduce al hecho de no tener una cuenta bancaria. Si bien, sólo el 49% de las mujeres en la región posee una, frente al 94% en países de la OCDE, contar con una cuenta es apenas el primer paso. Es crucial disponer de productos y servicios adaptados a sus necesidades y de un entorno que facilite su integración, para evitar que la desigualdad se perpetúe.
Lo peor, es que el problema se intensifica con el acceso a financiamiento. Las emprendedoras, por ejemplo, enfrentan mayores trabas para obtener préstamos comerciales y, en su lugar, reciben ofertas de créditos personales con tasas elevadas y plazos reducidos. Esto limita sus recursos y frena el crecimiento de sus negocios, cerrándoles las puertas a nuevas oportunidades.
Pero ¿por qué ocurre esto? En gran medida, es por la forma en que el sistema financiero evalúa el riesgo. Aunque las mujeres tienden a asumir menos riesgos, se penaliza el tiempo invertido en el emprendimiento, el sacrificio de espacios personales y el enfoque social de sus proyectos, factores que deberían ser vistos como fortalezas y no como restricciones.
Además, la falta de educación financiera, la limitada presencia bancaria en zonas rurales, las altas tasas de interés y la escasa digitalización de muchas instituciones agravan la situación, afectando tanto a quienes buscan emprender como a quienes necesitan servicios básicos para mejorar su calidad de vida.
La digitalización, sin embargo, ofrece una oportunidad para revertir este panorama. Aunque menos de la mitad de las mujeres tiene una cuenta bancaria, alrededor del 80% posee un teléfono inteligente con acceso a Internet. Esta tecnología puede ser la llave para una inclusión financiera real, siempre que se desarrollen soluciones accesibles y centradas en sus necesidades.
Es de esta manera que neobancos y fintech han demostrado que es posible superar las barreras tradicionales. Con modelos ágiles, menores costos y un fuerte enfoque en la experiencia del usuario, han simplificado procesos como la apertura de cuentas y han ofrecido productos flexibles que democratizan el acceso al crédito y facilitan la bancarización en sectores históricamente excluidos.
Los pagos digitales, por su parte, permiten una gestión financiera más eficiente y segura. Al reducir la dependencia del efectivo o de cuentas tradicionales, estas soluciones facilitan la recepción de ingresos y la administración del dinero, empoderando a las mujeres para participar activamente en la economía formal.
Cerrar la brecha de género en el acceso a servicios financieros es, además, un motor para el desarrollo económico. Una mayor participación de las mujeres impulsa el crecimiento y la estabilidad financiera en la región. La tecnología ya ha demostrado su potencial para fomentar la inclusión; ahora depende de todos impulsar los cambios necesarios para cerrar esta brecha de manera definitiva.
ARTÍCULO PUBLICADO POR: Forbes Centroamérica
LINK DEL ARTÍCULO ORIGINAL: https://forbescentroamerica.com/2025/03/14/la-revolucion-digital-y-el-futuro-financiero-de-las-mujeres
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