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Cómo los estereotipos de género matan la confianza en sí mismas de una mujer



Los investigadores creen que los estereotipos de género retienen a las mujeres en el lugar de trabajo. La investigación de Katherine Coffman agrega un nuevo giro: incluso pueden hacer que las mujeres cuestionen sus propias habilidades.


Las mujeres representan más de la mitad de la fuerza laboral en los Estados Unidos y obtienen casi el 60 por ciento de los títulos avanzados, pero llevan a casa menos dinero y ocupan menos puestos de nivel C que los hombres, particularmente en profesiones como finanzas y tecnología.


Según los economistas laborales, esta brecha de género se debe en parte a la clasificación ocupacional, dado que, los hombres eligen carreras que pagan salarios más altos que las mujeres. Por ejemplo, las mujeres representan solo el 26 por ciento de los trabajadores estadounidenses empleados en trabajos de computación y matemáticas, según el Departamento de Trabajo.


Una nueva investigación identifica una razón por la cual las mujeres podrían estar evitando ciertas profesiones: Carecen de confianza en su capacidad para competir en campos en los que se cree estereotípicamente que los hombres tienen un mejor desempeño, como las ciencias, las matemáticas y la tecnología.


Las mujeres también son más reacias a compartir sus ideas en discusiones grupales sobre estos temas. E incluso cuando tienen talento y en realidad se les dice que son muy exitosas en esos temas, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres a rechazar los elogios y de subestimar sus propias habilidades.


Esta débil confianza en sí misma puede frenar a algunas mujeres, dado que, ellas evitan desempeñar roles prestigiosos en profesiones en las que creen que no podrán sobresalir, a pesar de tener las habilidades para triunfar, dice la profesora asistente de la Escuela de Negocios de Harvard, Katherine B. Coffman.


“Nuestras creencias sobre nosotros mismos son importantes para dar forma a todo tipo de decisiones importantes, como a qué universidades nos postulamos, qué carreras elegimos y si estamos dispuestos a aportar ideas en el lugar de trabajo o tratar de competir por un ascenso. Si las mujeres con talento en STEM no tienen confianza, es posible que ni siquiera se fijen en esos campos en primer lugar. Todo se trata de lo buenos que pensamos que somos, especialmente cuando nos preguntamos a nosotros mismos: ¿Qué sentido tiene para mi perseguir mi sueño?”, dice Coffman.


Coffman ha escrito recientemente un artículo en el American Economis Review, así como dos documentos de trabajo, todos destinados a estudiar las creencias de hombres y mujeres sobre sus propias capacidades.


Lo que descubrió, en esencia, es que los estereotipos de género distorsionan nuestra visión de nosotros mismos y de los demás y eso puede ser especialmente preocupante para las mujeres, ya que aceptar esos estereotipos podrían estar creando una autoimagen desoladora de sí mismas que las está retrasando profesionalmente.

Aquí se presentan una parte de los resultados de los tres estudios de investigación:

Las mujeres tienen menos confianza en sí mismas que los hombres en ciertas materias, como las matemáticas


En un estudio para el artículo de la revista Creencias sobre Género, Coffman y sus colegas pidieron a los participantes que respondieran preguntas de trivia de opción múltiple en varias categorías que supuestamente las mujeres tienen un mejor conocimiento, como las Kardashians, películas de Disney, cocina, arte, literatura y habilidades verbales. Luego fueron interrogadas en categorías que son consideradas masculinas, como negocios, matemáticas, videojuegos, autos y deportes.


Se pidió a los encuestados que calcularan cuantas preguntas respondieron correctamente en las pruebas y que adivinaran el desempeño de un compañero aleatorio cuyo género fue revelado. Tanto hombres como mujeres exageraron las brechas reales en el desempeño de género en promedio, exagerando la ventaja de los hombres en temas masculinos, así como exagerando la ventaja de las mujeres en las preguntas de temas femeninos. Y al predecir sus propias habilidades, las mujeres tenían mucha menos confianza en sus calificaciones en las pruebas que creían que los hombres tenían una ventaja.


"Los estereotipos de género determinan las creencias de las personas sobre sí mismos y sobre los demás. Si tomo a una mujer que tiene exactamente la misma habilidad en dos categorías diferentes: verbal y matemática, solo el hecho de que haya una ventaja masculina promedio en matemáticas da forma a su creencia de que su propia habilidad en matemáticas es menor", dice Coffman.


Las mujeres descartan la retroalimentación positiva sobre sus habilidades

En un experimento para el documento de trabajo de Coffman, Estereotipos y Actualización de Creencias, los participantes completaron una prueba cronometrada de capacidad cognitiva en cinco áreas: ciencias generales, razonamiento aritmético, conocimientos matemáticos, comprensión mecánica y ensamblaje de objetos. Se les pidió que adivinaran el número total de respuestas correctas, así como también su desempeño en comparación con los demás.


Una mujer, que en realidad tuvo la misma puntuación que un hombre, estimó que su puntuación era 0,58 puntos más baja, una brecha estadísticamente significativa. Aun mas sorprendente, incluso después de que los participantes recibieron comentarios sobre cómo se desempeñaron, esta brecha de género en la percepción de lo bien que lo hicieron continuó.


En un segundo estudio, se les pidió a las participantes que adivinaran como se desempeñaron en una prueba con un tema asignado al azar y que predijeran su propio rango en relación con otros que completaron la misma prueba. Luego, los investigadores proporcionaron a los participantes retroalimentación sobre su desempeño. Descubrieron que tanto hombres como mujeres descartaron buenas críticas sobre sus puntajes en temas en los cuales percibían que su género era un problema.


Los estereotipos tienen tanta fuerza en nuestras mentes que se vuelve más difícil convencer a las personas de su talento en campos donde creen que su género es débil, dice Coffman.

"Una opción para cerrar la brecha de confianza en las mujeres podría ser: encontrar mujeres con talento y decirles: “Oye, eres buena en matemáticas, obtuviste una muy buena puntuación en esta prueba de matemáticas, sin embargo, nuestros resultados sugieren que esta retroalimentación es menos efectiva para cerrar la brecha de género de lo que se podría esperar. Es más difícil de lo que pensamos convencer a las mujeres, en campos típicamente masculinos, que se han desempeñado bien en esos campos ".


“No está claro si las mujeres se sentirían mejor con sus habilidades si recibieran repetidas rondas de comentarios positivos, en lugar de solo una buena crítica. Me interesaría saber si el sesgo de género disminuye con el tiempo, una vez que una mujer ha escuchado que es buena en matemáticas una y otra vez. Es posible que se tenga que alentar a las mujeres un par de veces si se desea cerrar estas brechas", dice Coffman.


Es importante señalar, dice Coffman, que estos estudios también muestran que los hombres tienen menos confianza que las mujeres en su capacidad para brillar en campos dominados por mujeres. "No es que las mujeres sean simplemente menos confiadas, lo que encontramos constantemente es que las personas tienen menos confianza en los campos que están más estereotipadas fuera del dominio de su género ", dice Coffman.


Las mujeres se abstienen de expresar ideas sobre "temas masculinos"

En un tercer artículo, Estereotipos de Género en Deliberación y Decisiones de Equipo, Coffman y sus colegas estudiaron cómo los equipos discuten, deciden y recompensan las ideas en un grupo.


El equipo de investigación comparó el comportamiento de dos grupos que tuvieron discusiones de forma libre a preguntas que variaron en la cantidad de "masculinidad" del tema. En un grupo, el género de cada participante era conocido y en el otro grupo el género de los oradores no era reconocible. Descubrieron que los hombres y las mujeres tenían la misma capacidad para responder las mismas preguntas, pero, una vez más, los estereotipos de género distorsionaban las respuestas de las personas.


A medida que aumentaba la “masculinidad” de la pregunta, las mujeres eran significativamente menos propensas que los hombres a autopromover sus ideas dentro del grupo cuando se conocía su género, particularmente en los casos en que solo una mujer hablaba en un grupo de hombres. Pero en los grupos donde se desconocía el género, no se encontraron diferencias de género en cuanto a la forma en que las mujeres y los hombres expresaron sus ideas o fueron reconocidos por otros por sus aportaciones.


Los investigadores incluso encontraron que los estereotipos parecían desempeñar un papel en la forma en que los evaluadores externos calificaron las contribuciones de cada miembro del grupo después de leer las transcripciones de las conversaciones. Sin conocer el género de los oradores, estos evaluadores tenían una probabilidad significativamente mayor a adivinar, que los participantes que se encontraban en las transcripciones como “afectuosos” o “amistosos”, eran mujeres y que un participante critico o negativo era un hombre, aunque los investigadores no encontraron diferencias reales en la forma en que se comunicaban hombres y mujeres en el grupo. Los evaluadores masculinos también eran significativamente menos propensos a creer que los oradores que fueron juzgados como "competentes" eran mujeres. Además, los participantes más cálidos, particularmente las mujeres, tenían menos probabilidades de ser recompensadas por su aporte en las discusiones.


Hablar a favor del éxito

Para lograr el éxito profesional, las personas deben expresar sus opiniones y defender sus ideas mientras trabajan en equipos de toma de decisiones, por lo que es un problema si las mujeres se quedan calladas cuando se trata de temas masculinos y si sus ideas son menos apreciadas cuando las expresan, dice Coffman

"Nuestro trabajo sugiere la necesidad de estructurar la toma de decisiones grupales de manera que se asegure que los miembros más talentosos sean voluntarios y sean reconocidos por sus contribuciones, a pesar de los estereotipos de género", dice el documento.


También es importante que los gerentes sean conscientes de cómo las brechas de confianza pueden afectar el lugar de trabajo, particularmente en las profesiones dominadas por hombres y que se den cuenta de que las mujeres pueden necesitar un estímulo adicional para expresar sus ideas o arriesgarse para un ascenso.

"Me gustaría animar a los líderes empresariales a pensar en cómo [los niveles de confianza de los trabajadores] afectan los procesos en sus organizaciones. Yo diría que proporcionar retroalimentación extra es un buen comienzo. Si usted, como empleador, ve talento en alguna parte, trate de asegurarse de que esa persona sea alentada, reconocida y recompensada, no solo una vez, sino repetidamente, podría ser algo útil ", dice Coffman.


Con esta nueva información sobre estereotipos de género, Coffman y sus colegas esperan que su trabajo ayude a informar a futuras investigaciones para reunir respuestas a algunas preguntas desconcertantes, como por qué tanto los hombres y las mujeres creen que los hombres tendrán un mejor desempeño que las mujeres en algunos ámbitos y qué intervenciones se pueden considerar para cerrar esta brecha de género en la confianza en sí mismos.


"Los estereotipos son puntos de vista generalizados y ampliamente difundidos que moldean las creencias sobre nuestras propias habilidades y las de los demás, probablemente desde una edad muy temprana. Hasta que podamos cambiar estos estereotipos, es esencial pensar en cómo podemos inocular mejor a los individuos de los sesgos inducidos por los estereotipos, ayudando a las personas a seguir carreras satisfactorias en las áreas donde se encuentran sus pasiones y talentos", dice Coffman

Artículo publicado por:Harvard Business School

Autor: Dina Gerdeman

Traducido por:Women for Women Ecuador

Link del artículo original:https://hbs.me/2XxvjoG

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