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Niños de Madres Trabajadoras Llegan a Ser Adultos Felices


En una investigación anterior, Kathleen McGinn y sus colegas descubrieron que los hijos adultos de madres trabajadoras triunfan en la vida laboral. Ahora resulta que ellos también son felices.

En 2015, los resultados preliminares de un estudio pionero revelaron que las hijas de madres trabajadoras suelen tener mejores resultados en sus carreras profesionales que las hijas de madres que se quedan en casa.

Ahora se publicó el estudio completo, y revela incluso mejores noticias para los hijos de madres trabajadoras: Son iguales de felices en su edad adulta que los hijos de madres que se quedaron en casa.

Kathleen McGinn, profesora de Harvard Business School, espera que los hallazgos les de un gran sentimiento de alivio a las madres cargadas de culpabilidad por tener que mantener un trabajo para pagar las cuentas o simplemente por elegir trabajar fuera del hogar mientras crían a sus hijos.

"La gente todavía tiene la creencia de que cuando las mamás trabajan fuera de casa, de alguna manera eso es perjudicial para sus hijos", dice McGinn. "Así que nuestro descubrimiento de que el empleo materno no afecta la felicidad de los niños en la edad adulta es realmente importante".

"En la medida que gradualmente entendamos que nuestros hijos no están sufriendo, espero que el sentimiento de culpa se desvanezca”.

No se trata de criar niños más felices, continúa. "Cuando las mujeres eligen trabajar, es una elección financiera y personal, que debe basarse en sus deseos y necesidades y no en si están perjudicando a sus hijos, porque no lo están haciendo”.

Noticias Positivas

Hace tres años, McGinn y sus colegas sufrieron algunos cuestionamientos cuando se incluyó hallazgos preliminares en un artículo del New York Times. La investigación encontró que las hijas adultas de madres que trabajaban fuera del hogar es más probable que trabajen ellas mismas, ejerzan más responsabilidades de supervisión y ganen salarios más altos que las mujeres cuyas madres se quedaron en casa a tiempo completo.

"Algunos preguntaron si los hijos de madres que se quedaron en casa eran más felices", dice McGinn. "Muchos desacreditaron la investigación como otro aporte de la “guerra de mamás”. Pero la respuesta más común fue de madres que sufrían de culpa, dudas y desaprobación por parte de otros. Les pareció que nuestros resultados preliminares fueron buenas noticias ".

Después de que los hallazgos preliminares fueron publicados, McGinn, Mayra Ruiz Castro de la Universidad de Kingston en el Reino Unido, y Elizabeth Long Lingo del Instituto Politécnico de Worcester agregaron un segundo conjunto de datos internacionales a su estudio. Para asegurarse de que sus hallazgos pudieran replicarse tanto a través del tiempo como en la distancia geográfica, compararon dos encuestas sociales transnacionales, la sección "Familia y Cambio de Roles de Género" del Programa de encuestas sociales internacionales del 2002 y 2012, así como el "Cuestionario Básico de Encuesta de Género y Generaciones" en el Programa de Generaciones y Género desde el 2002 hasta 2013.

En total, las dos encuestas de más de 100.000 hombres y mujeres en 29 países revelaron cómo el empleo de las madres afecta a sus hijos adultos, tanto en términos de su propio empleo así como en cuánto tiempo pasan en casa cuidando a sus hijos y haciendo tareas domésticas

Algunos críticos cuestionaron si los hallazgos preliminares podrían no tener relación con el trabajo de las madres, sino con el nivel de educación de las madres. Después de haber verificado la educación de la madre, los resultados finales aún demostraron que la experiencia laboral de la madre está fuertemente relacionada con el desempeño laboral futuro de sus hijas mujeres, según el estudio completo recientemente publicado, Learning from Mum: Cross-National Evidence Linking Maternal Employment and Adult Children’s Outcomes,

En comparación con las mujeres cuyas madres se quedaron en casa a tiempo completo, las mujeres criadas por una madre trabajadora tienen 1.21 veces más probabilidades de ser contratadas; 1.29 veces más probabilidades de supervisar a otros en el trabajo; y pasan 44 minutos extra en sus trabajos cada semana.

También ganan más dinero. Entre las mujeres que respondieron a la encuesta en los Estados Unidos en el 2012, las hijas con empleo de madres trabajadoras ganaron en promedio $1,880 más por año que las hijas con trabajo de madres que se quedaron en casa a tiempo completo.

¿Y qué hay de los hijos de madres trabajadoras?

Solo las hijas mujeres adultas-no los hijos- ven sus carreras influenciadas por el hecho de que sus madres hayan trabajado fuera del hogar. En el caso de los hijos hombres, sin embargo, ellos no notan la influencia que tienen sus madres trabajadoras en su vida laboral simplemente porque los hombres tienden a ser contratados más a menudo y también, como muestra otra investigación, las ocupaciones y los ingresos de los hijos se relacionan estrechamente con el empleo de sus papás, explica McGinn.

Sin embargo, sugiere el estudio, en actividades no laborales, los hijos pueden ser influenciados por sus madres trabajadoras, Ellos pasan unos 50 minutos extra cada semana cuidando a los miembros de la familia.

Los hijos hombres son influenciados de otras maneras cuando sus madres trabajan fuera del hogar. Los hijos de madres trabajadoras tienen actitudes de igualdad de género significativamente mayores, inclusive que las hijas de madres que se quedaron en casa, hallazgo que sorprendió a McGinn porque muestra que la influencia del empleo materno podría aportar a superar las diferencias sexuales bien documentadas que dan forma a la mentalidad de las personas sobre los roles apropiados para hombres y mujeres.

"Los hijos hombres de madres trabajadoras también tienden a elegir esposas que trabajan, y tienen actitudes de género en el lugar de trabajo más igualitarias sobre las mujeres y los hombres ", dice McGinn. "En consecuencia tener una madre que trabaja fuera de casa afecta las decisiones que sus hijos están haciendo".

Las madres trabajadoras moldean fuertemente las actitudes de género de sus hijas y son modelos a seguir para que ellas imiten, dice McGinn. Entonces, cuando ellas crecen, a menudo siguen las huellas de sus madres.

"Tener una madre que trabaje fuera de casa hace que las hijas piensen que el empleo es compatible con la crianza de los hijos", dice McGinn. "Si en realidad estás observando a una madre trabajadora manejar una vida compleja con múltiples demandas -el trabajo, la familia, el hogar-, ves que puede funcionar. Todo lo que conocemos sobre modelos de conducta y aprendizaje social sugiere que los niños están activamente aprendiendo las habilidades de vida de los adultos que los rodean. Se trata de a todo lo que están expuestos cuando eran niños ".

También en el frente doméstico, las hijas de madres trabajadoras gastan aproximadamente una hora menos en tareas domésticas en comparación con las hijas de madres que se quedan en casa.

Por otra parte, cuando se les preguntó sobre su satisfacción general con la vida, los hijos e hijas adultos de madres trabajadoras informaron que eran igual de felices que los hijos de madres que no trabajaban fuera del hogar.

La investigación descubrió otros hallazgos interesantes:

  • Tanto los hijos como las hijas de madres que trabajan obtienen significativamente más educación que los hijos de madres que no trabajan fuera de casa.

  • Las tasas de empleo de las hijas adultas se ven impactadas por el empleo de sus madres, independientemente de si los empleos eran de mayor o menor nivel de destreza. Pero solo las mujeres cuyas madres laboraban en trabajos de mediana o alta destreza tenían más probabilidad de acceder a puestos de supervisión, comparado con las mujeres cuyas madres no trabajaban.

  • La influencia que tienen las madres trabajadoras en las carreras de sus hijas no es tan relevante cuando las chicas ven a muchas otras mujeres trabajadoras, porque estas mujeres pueden actuar como modelos alternativos a seguir. Para los hijos hombres, sin embargo, el empleo de sus madres afectará cuanto se van a involucrar en el cuidado de sus hijos en el futuro, por más que hayan crecido con la influencia de otras mujeres trabajadoras.

"Para las niñas, ver a otras madres trabajando puede ofrecerles el mismo conjunto de habilidades y actitudes", dice McGinn. "Para los niños, sus madres y otras mujeres de la comunidad se complementan y refuerzan entre ellas"

Aliviando el Sentimiento de Culpabilidad

Mientras que investigaciones previas demostraron que a los niños pequeños y a los adolescentes les va bien cuando sus madres trabajan, McGinn espera que esta perspectiva a largo plazo pueda proveer de tranquilidad a las madres que se sientan culpables al despedirse de sus hijos para ir a la oficina.

"Las mujeres están condicionadas a creer que las madres deben quedarse en casa con sus hijos, por lo que separase de ellos todos los días para ir al trabajo, puede ser doloroso", dice. "A medida que comprendamos gradualmente que nuestros hijos no están sufriendo, espero que el sentimiento de culpabilidad desaparezca".

Las madres trabajadoras también pueden sentirse aliviadas por sus propios hijos. En un panel de discusión entre mujeres ejecutivas y sus hijos mayores sobre el empleo materno en Caterpillar Inc., McGinn les preguntó a los hijos adultos, "¿Qué consejo tienen para las madres trabajadoras, en función de lo que estuvieron expuestos cuando eran niños?" Todos y cada uno de los adultos que crecieron con una madre trabajadora dijeron esencialmente lo mismo: Relájate. Nos está yendo excelente.

Artículo publicado por: Harvard Business School, Working Knowledge, Business Research for Business Leaders

Artículo traducido por: Women for Women Ecuador

Link del artículo original: https://hbs.me/2KobwR0

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